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          Y Europa sin limpiarse el ano, y venga cagar en silencio, pero el silencio grita aun sin garganta y acabará rompiendo tímpanos, y las copas de cristal de sus banquetes obscenos donde se come manjar pagado con nuestros muertos. Esta Europa caníbal, hambrienta de sí misma, se devora el corazón, se asesina. 
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